viernes, 30 de septiembre de 2016

"LA LEYENDA DE RAYMOND LEWIS, DE LOS MEJORES QUE NO JUGÓ EN NBA "


Me encanta sacar de la biblioteca historias de jugadores de hace décadas que podían haber sido grandes estrellas de nuestro amado deporte y que se quedaron en el olvido debido a diversas razones, aunque suelen dominar las situaciones desgraciadas y las malas decisiones.

De nuevo, os dejo la historia de un jugador portentoso que dominaba el juego callejero, también en el instituto y en la universidad y que pudo triunfar en la NBA, y no llegó, ni siquiera a jugar en ella.

Digo, de nuevo, porque mientras en la costa Este, el gran Earl Manigault, alias “the Goat” del que ya realicé una extensa entrada en el blog ) dominaba y maravillaba con su juego en las canchas callejeras de Nueva York, nuestro protagonista de hoy, lo hacía en la costa Oeste , en las de Los Angeles.

 Raymond Lewis lo tenía todo para triunfar al igual que Earl  "The Goat" Manigault y todo se torció para los dos de tal manera que acabaron muriendo prácticamente sólos en el más absoluto de los olvidos, fruto de sus excesos de drogas y alcohol.

Hoy toca, como he dicho, hablar de Lewis y dicen los que le vieron jugar que era un jugador maravilloso...os la voy a contar...


COMO JUGABA LEWIS



Lewis era un prodigio con el balón en las manos: anotaba con facilidad, defendía como el que más. Tenía el descaro de los ganadores, y un excelso manejo del balón con las dos manos, donde destacaban sus increíbles cambios de dirección; resultaba imposible robárselo.

Físicamente, fue un adelantado a su época; rápido y ágil como un felino. Estaba llamado a ser un jugador que podría haber dominado este juego si no fuera porque el destino del jugador nacido un 3 de septiembre de 1952 en Los Angeles ,se torció y de qué manera.

El sueño de jugar en la NBA de Raymond Lewis se evaporó tras malísimas decisiones, una detrás de otra fruto de su carácter extraño y a la vez salvaje, con un ego descomunal, que al final, le condenó a la miseria más absoluta.


Fue objeto de artículos en revistas especializadas como Sport Illustrated o Slam, y en los más prestigiosos diarios deportivos de USA.

Y es que Lewis llegó a ser considerado uno de los más grandes jugadores de baloncesto que jamás haya existido. “En Los Ángeles es una leyenda. Si dices Raymond a alguien que sepa un poco de baloncesto te responderá inmediatamente Lewis. Si le dices Lewis, te responderá Raymond”, dijo en 1978 a la revista Sports Illustrated , Bob Hopkins, el que era entrenador asistente de los Knicks.


CARACTER INDOMABLE E HIJO DE LA CALLE.
Lewis, se forjó en uno de los guettos más violentos de California, Watts, donde se vivió con especial virulencia uno de los conflictos raciales más sonados de la época de los 60 en Estados Unidos. Una batalla campal que acabó con 34 muertos, casi todos de raza negra. Lewis tenía 12 años y quedó marcado para siempre.
A partir de entonces, su gran objetivo fue salir cuanto antes de la miseria del guetto de Watts. Lewis, sólo tenía como válvula de escape el baloncesto.

Como Earl "The Goat" Manigault, se hizo un hombre y jugador-leyenda en la calle, con un espíritu, a priori, indomable, pero que cedió con el tiempo, a las tentaciones más oscuras.

La calle, era su escuela de vida y se lo debía todo a ella. Los que le conocieron , sabían que se pasaba la vida en ella, jugando y aprendiendo con todos y contra todos, así se hizo un jugador imparable.

A finales de los 60 pasó al instituto en Verbum Dei, acompañado por su amigo del alma, Dwight Slaughter, padre de Marcus que juega actualmente en el Darüşşafaka Doğuş turco y que fué jugador del Real Madrid-.



Lewis ganó tres títulos seguidos de la Federación Interescolar de California, un récord de 84 a 4, siendo la indiscutible estrella como junior y como senior fue nombrado mejor jugador del año. Mejor jugador del año, y pésimo estudiante, para aquel entonces, Lewis “ficha” por la Long Beach State, del gran entrenador Jerry Tarkanian, y muy poco después abandona al coach para irse a Los Angeles State.


















Lewis quería triunfar y ganar mucha pasta de forma rápida y llegó a la universidad, en 1971, y estalló y supera todos los records con 38,9 puntos por partido de media. Un 60% de acierto en lanzamientos, sin casi tocar la pintura.

Anotó 41 puntos ante UCLA, que llevaba 26 partidos sin perder. Anotó 50 puntos contra San Diego, y en el partido siguiente, 73 contra Santa Barbara, aquello fue una brutalidad y tuvo un impacto acorde a la hazaña deportiva. Era un anotador compulsivo y le gustaba tirar y tirar pero su 30 de 40 en tiros de campo. 13 tiros libres sin fallo lo avalaban. No existía, la linea de tres...


 EL DRAFT Y LA NBA: LO QUE PUDO SER Y NUNCA FUE. 
En la NBA se creó el "hardship draft", una excepción al draft tradicional que permitía que jugadores no graduados con dificultades en los estudios pudieran declararse elegibles para ingresar en la NBA.

El gran periodista deportivo Gonzalo Vázquez , erudito en NBA, baloncesto universitario y en estrellas del streetball, lo explica perfectamente en su genial artículo sobre la capacidad de Lewis que era el mejor jugador de largo de aquel draft del 73, y de los mejores jugadores que podían estar en la mejor liga del mundo de aquella época.
Para sorpresa de muchos. los Sixers escogieron a Doug Collins como nº1, y se seguían nombrando a los elegidos y el nombre de Lewis no salió hasta el puesto 18, que casualmente lo escogieron los Sixers.

Pero en realidad no era tal sorpresa en los despachos de los mandamás de la NBA ya que se hablaba de una supuesta "lista negra" de jugadores conflictivos donde Lewis parecía tener un puesto de honor.


En realidad, no fue tan mal cosa , ya que era la mejor posición que jamás conseguiría un jugador aún universitario. Sin embargo , Lewis se lo tomó a la tremenda y lo asumió como una ofensa acabar en el puesto 18 aunque fuera una primera ronda.


Se lo tomó tan mal que comenzó a realizar una serie de decisiones extremas que lo llevarían al abismo deportivo y personal. Y es que al bueno de Lewis no se le ocurrió otra cosa que exigir unas nuevas condiciones en su contrato de forma imperativa y unilateral. Por supuesto , con un aumento sustancial de sueldo.
Por supuesto, los directivos de los Sixers alucinaron en aquel momento, cuando un insolente mozalbete recién elegido en primera ronda les exigía una petición tan disparatada a las 24 horas de ser elegido.
 Evidentemente, le dijeron que no, e intentaron no darle mucha importancia al traspiés de Lewis, que intentaron excusarle por su juventud y su origen “callejero” que le jugaba malas pasadas a la hora de templar su carácter .
 Parece que la cosa se olvidó y se enfrió en aquél momento, por parte de Sixers, pero Lewis era uno de esos tipos que si se le metía algo entre ceja y ceja no iba parar hasta conseguirlo....o perecer en el empeño...

Pasó el tiempo y Lewis escogió el “Sixer Rookie Camp” para volver a reinvindicar sus pretensiones: anotó 56 puntos contra los Lakers donde le marcó  el enorme defensor como Michael Cooper...tremendo! nada menos que el megacrack defensivo del Showtime angelino!  y en sólo 3 cuartos!

No fue el único partido donde se salió, y que dejó casi en ridículo a la superestrella Doug Collins, demostrando que era mucho menos jugador que él. Tras esos partidos, Lewis volvió a la carga, y esta vez los Sixers se mosquearon a base de bien con el joven Lewis, dándole una negativa mucho más contundente.


EL PRINCIPIO DEL FIN : EL ABISMO DEPORTIVO Y PERSONAL DE LEWIS 
 Lo que empezó mal, acabaría peor, así se puede describir la relación entre Sixers y Lewis. Y su bajada al infierno deportivo y personal sería imparable.

 De nuevo, el extraño carácter de Lewis le hizo tomar malas, malísimas decisiones. Se declaró en rebeldía y faltó a entrenar y a realizar multitud de acciones de indisciplina. Lewis pensaba que era el mejor(Y seguro que lo sería) y no se sentía valorado por la franquicia. Optó por el camino más trágico.
 Quedó marcado para siempre con el mote de : ‘The Phantom’ y los Sixers , como nose hartaron de Lewis. Le suspendieron de empleo y sueldo un año. Lewis, hijo de la calle, volvió a ella, y a su miseria de la infancia porque no jugó con nadie ese año.

 En 1975 tuvo una nueva oportunidad en Philadelphia y cuando todo parecía arreglarse, Lewis no aprende de aquel castigo pasado y sigue obsesionado con la idea de que tiene que renegociar su contrato, ésta vez  los Sixers le dijeron adiós para siempre.

 Esto significó su segunda bajada a los infiernos del guetto, esta vez , con un peaje mucho más duro y trágico para la salud de Lewis: se engancha a las drogas y al alcohol.

Sucede de nuevo, lo increible: los San Diego Clippers, conocedores de su fama como jugador increiblemente talentoso piensan que todavía se podría recuperar a Lewis y le invitan a su campus. Lewis llega en un estado físico deplorable ,pero de forma inexplicable, se sale ante estrellas de la NBA como W.B.Free, jugador NBA del 75 al 88; Randy Smith, MVP del All Star aquel año; o Freeman Williams. Lewis maravilla a todos en el campus a pesar de su lamentable aspecto físico .

En cuatro partidos se fue por encima de los cincuenta puntos. Y como el día de la marmota, la historia se repite: Los Clippers le ofrecieron un contrato por el salario mínimo. Lewis se sintió de nuevo , despreciado y los Clippers no se andaron con minucias: le despidieron para siempre. Desde ese momento, ningún equipo llamó a su teléfono. De forma absurda, se desperdició para siempre un talento baloncestístico maravilloso.

Nunca se sabrá donde pudo haber llegado Raymond Lewis en la NBA, pero desde luego, si hubiera sido más reflexivo y no tan exageradamente visceral como era , hoy hablaríamos de un jugador que se le recordaría para siempre, y no ser otro nombre de un talento excepcional que cae en el olvido más radical.
Sin trabajo, sin dinero y acompañado de las drogas y el alcohol , Lewis muere en ese manido olvido, a la edad de 48 años por una gravísima infección de su pierna derecha.

TOP EN UNA LISTA DE LOS MEJORES “STREETBALLERS” 
En entrevistas realizadas por ESPN a leyendas callejeras de nuestro amado deporte, siempre suelen salir los mismos nombres y Raymond Lewis aparece como TOP de esa lista incunable, donde si nuestro protagonista es semidesconocido para el fan de basket en general , ni os cuento , algunos nombres y apodos que parecen sacados de un libro ocultismo.
Aunque es increíble como el talento de Lewis sigue intacto en la memoria de estos megacracks de las canchas callejeras angelinas que le rinden auténtica devoción. 

Este tipo de declaraciones son normales en algunas de estas leyendas como: " En el aspecto ofensivo, no hay nadie como él. "  " La primera vez yo lo vi jugar, me dejó la boca abierta “ " La rapidez de Lewis era tan legendaria como su “trash talkin ' y su ego. Su crossover y su step back son tan grandes como los 56 puntos que endosó a Lakers”

 Se le puede añadir a declaraciones de personajes  del mundo del basket tan cualificados como las siguientes que vieron jugar a Lewis:

" Raymond Lewis era uno de los mayores jugadores alguna vez he visto ... nadie puede cambiar mi mente sobre esto, " dijo Sonny Vaccaro (gurú en aquella época de la marca Nike)




 "Nunca vi a nadie jugar el uno contra uno como lo hacía él. Nunca vi a nadie que pudiera pararle ni detener sus penetraciones. Fue el mejor jugador de baloncesto que jamás haya visto", escribiría en 2005 el entrenador-leyenda del basket universitario, Jerry Tarkanian en su libro Runnin Rebel.

 Lorenzo Romar, jugador de los Warriors durante cuatro temporadas, y que tuvo que medirse cara a cara a jugadores World B. Free, Sidney Moncrief o Isaiah Thomas: "Pero Raymond era más difícil de parar que cualquiera de ellos. Todos los que le han visto coinciden en decir que hubiera sido un gran jugador de la NBA. Es realmente triste que nunca llegara a serlo".

Dwight Slaughter: "Ningún tío que haya jugado a esto fue tan bueno como Raymond. 
Cuando le veías con el balón parecía como si él midiera nueve pies y el resto tan sólo dos" Sports Illustrated, tras un partido del campus del 73: "Collins –quien había sido elegido número 1 en el mismo draft- no estuvo tan impresionante como Raymond Lewis; de hecho, parecía que estaba asistiendo a una clase de Lewis".

Donny Daniels, compañero de Lewis en Verbum Dei, y entrenador asistente de UCLA años después: "Ha sido, probablemente, el mejor jugador que nunca jugó en la NBA Era impresionante, un adelantado a su tiempo. Lo que Isaiah Thomas hacía y lo que ahora hacen Iverson o Marbury, ya lo estaba haciendo Lewis en los años 70".

Os dejo un trailer de un documental de la vida de Raymond Lewis:






En fín, tras indagar sobre este jugador de culto, no puedo evitar en pensar si Lewis podría ser el mejor jugador que no ha jugado en la NBA... verdad , querido lector?

Bibliografía: 



  • Leyendas del Playground (X y XI por Gonzalo Vázquez en ACB.com
  • Raymond Lewis, the one. por Ronnie Flores en ESPN


  • Salu2 anelkianos.

    Publicado por @basketatodoritm

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